Glukogen® y Glukomiel en la producción, reproducción e inmunidad del ganado especializado en la producción de leche.

A la vaca se le exige ser modelo de eficiencia entre los seres vivos, para lo cual necesita cumplir los siguientes requisitos y así seguir permaneciendo en el hato:

Eficiente productora de leche.

Su curva ideal de lactación es de 305 días más 60 día de reposo.

¡A la vaca se le exige mucha leche y además de calidad!

En 305 días, una muy buena vaca puede producir de 10,000 a 11,000 kg de leche, lo que nos da un promedio de 35 litros de leche diarios, cuando lo que necesita para mantener a su cría son de 4 a 6 litros de leche al día.

Esos excedentes de producción, producto del mejoramiento genético,  necesariamente le ocasionan una serie de trastornos, siendo los más importantes de índole energético y que en algún momento de su ciclo se convierten en un verdadero Síndrome Metabólico ( como en los humanos diabéticos). No obstante, ante esta situación, la vaca sigue produciendo leche, pero se enfrenta a un dilema: ¿cantidad o calidad? Es innegable que el trastorno metabólico tiende a la afectación negativa de la calidad de la leche. El instinto de la vaca a “fabricar” más glucosa de la que necesita afecta el radio óptimo de los Ácidos Grasos Volátiles ruminales afectando más al Ácido Acético en favor del Propiónico. El Ácido Acético es el responsable de la proteína láctea y algo de la grasa y la lactosa.

Eficiente Reproductora.

¡A la vaca se le exige una nueva gestación y a corto plazo!

Para ser considera eficiente, la vaca debe poder quedar gestante en máximo 90 días después de su último parto. Haciéndolo así, la vaca volverá a parir en 270 ± 10 días.

Antes de los 90 días en leche, la vaca atraviesa por un severo déficit de energía, pero a diferencia del concepto erróneo de que es por insuficiencia de glucosa, este déficit es creado por una insuficiencia metabólica para procesar la glucosa. La hipoglucemia y la Hipoinsulinemia es la consecuencia de tener un Páncreas eficiente y no enfermo, pero no de falta de glucosa.

¡A la vaca no le hace falta glucosa; lo que le hace falta es  metabolizar intensamente la que tiene!

La reproducción depende la actuación de las hormonas especializadas, pero la reproducción exigida (días cerrados de máximo 90 días) requiere que las hormonas funcionen sincrónicamente, en tiempo y en espacio.

Las Hormonas se conducen bajo el sistema de retroalimentación (Feed Back), lo que significa que mientras esté preponderando una, su antagonista estará deprimida. No obstante, no deberemos descartar que si la una, la otra no funciona, ya que los ciclos se interrumpen.

Con excepción de las Prostaglandinas, todas la hormonas que intervienen en el sistema reproductivo son productos complejos compuestos de glúcidos y proteína (aminoácidos), por lo que deben ser consideradas cuando se diseña la alimentación de la vaca. La energía y la proteína deberán de alcanzar, tanto para la producción como para la reproducción. Resulta entendible que una vaca con un trastorno energético severo producirá deficientemente sus hormonas.

Inmunidad (defensa ante las enfermedades más frecuentes).

¡En sus primeros 90 días en leche, a la vaca se le deprime su sistema inmunitario inespecífico!

La propensión a padecer mastitis o infecciones uterinas es producto de una disminución de la inmunidad inespecífica. La inmunidad inespecífica es generada por el Hígado (síntesis de Inmuno globulinas) y este órgano es el más afectado desde antes del parto y hasta después del día 90 posparto.

¡El hígado de la vaca es el más dañado durante el balance energético negativo!

Toda la grasa corporal que la vaca pierde, y que es sujeta de valoración visual, necesariamente le afecta al hígado, porque ella está compuesta de ácidos grasos altamente saturados, mismos que el hígado no puede metabolizar, pero que son el principio del Síndrome de Hígado Graso

¡Todas las vacas padecen Síndrome de Hígado Graso!

En mayor o menor intensidad, pero todas las vacas que movilicen hasta un punto de condición corporal tendrán Hígado graso.

Cómo nos ayuda Glukogen® en estas situaciones?

Por su principio activo, Glukogen está indicado para reducir los trastornos metabólicos de la vaca. A saber:

Producción y calidad de leche.

La cantidad de leche dependerá de la capacidad de la vaca, pero la calidad si la podemos proteger. Glukogen® eficientiza el metabolismo de la glucosa y por lo tanto reducirá la tendencia de la vaca a utilizar la gluconeogénesis intensa. Al mantener un buen nivel de Ácido Acético, la vaca fabricará su leche bajo los estándares requeridos para considerarse una leche de calidad.

Reproducción.

Con Glukogen® la vaca dispondrá de más energía con los mismos precursores. Este aparente exceso de energía metabólica la vaca la utilizará para perder menos proteína y para una síntesis correcta de hormonas, lo que se traducirá en una mejor reproducción.

Inmunidad.

Con Glukogen® el hígado de la vaca se afecta menos, lo que se traducirá en menores índices de Hígado Graso, y, por lo tanto, mejor síntesis de inmunoglobulinas y, como consecuencia, mayor resistencia a padecer mastitis.